Manifiesto Convocatoria Movimientos y Organizaciones Sociales de Chile

Un sentimiento de indignación, molestia y rabia, recorre el país. Esto al sentir que se acrecientan las injusticias y las desigualdades y al observar que prácticamente no hay sector de la sociedad que no esté afectado por la corrupción o por la crisis moral que atraviesa a prácticamente todas las instituciones de la república.

El mundo del trabajo, pensionados, salud, educación, vivienda, territorios, agua y medio ambiente, mujeres, pueblos originarios, entre otros, en el día a día viven las consecuencias nefastas y a veces catastróficas, de décadas de políticas neoliberales y de promover el individualismo por sobre la solidaridad y donde los dueños del poder, la clase empresarial y aquellos que los representan, solo piensan en maximizar ganancias no respetando y conculcando derechos sociales fundamentales de todos los chilenos y chilenas. Todo lo anterior se ha visto acrecentado en el actual gobierno, que con su política, aumento sistemático de la represión y sostenida agenda legislativa, busca acabar con los pocos derechos que nos están quedando.

Los sectores políticos promotores y defensores del neoliberalismo impusieron en dictadura y mantiene hasta hoy una constitución ilegitima y un entramado social, institucional y económico, que impiden cambios democráticos y recuperación de derechos fundamentales. Es evidente que la actual democracia se muestra cada vez más insuficiente y no sirve a los intereses populares.

En Chile, la ciudadanía, los trabajadores y trabajadoras sienten la orfandad ante este sistema y las mayorías caen en el desconcierto y en la desesperanza, sentimientos que a los dueños del poder les interesa profundizar, pues un pueblo desencantado y desmoralizado es presa fácil de los intereses de los poderosos.

Los cientos de marchas y movilizaciones que cada movimiento y cada sector social impulsa no hacen mella al poder. Podremos seguir marchando infinitamente y no nos harán caso.

Los movimientos y organizaciones sociales que suscribimos este manifiesto, no estamos dispuestos a seguir aceptando este estado de cosas. No aceptamos esta forma de sociedad y nos revelamos en nuestros frentes contra esta situación que solo genera desigualdad, injusticia y falta total de libertad. En eso, estamos todos y todas de acuerdo.

Llego la hora de actuar unidos

Hemos concluido que no podemos permitirnos enfrentar desunidos los permanentes ataques del sistema, de las instituciones del Estado, del gobierno contra las mayorías que hacemos posible la riqueza en nuestro país.

Solos, divididos, no seremos capaces de detener el ataque del capital en todas las esferas

de la sociedad, no seremos capaces de contener el abuso, la represión y los ataques a nuestros derechos. Existe en el contexto mundial, una estrategia de los sectores más reaccionarios, representativos de las grandes transnacionales por acabar con la democracia y retomar los caminos del totalitarismo.

Hemos decidido ponernos de acuerdo en algunas cuestiones básicas, en una plataforma mínima que ponga en el centro la unidad para enfrentar la defensa de los derechos sociales más elementales y que les hacen sentido a la mujer y al hombre sencillo de nuestro pueblo. Es hacia ellos y ellas que queremos dirigirnos para ganar a las mayorías y con esa fuerza, desatar la movilización nacional en nuestro país de tal forma que el poder sustentado en las instituciones corruptas, sienta que no será posible continuar con el abuso que venimos soportando por más de 40 años.

Porque en forma urgente Chile Necesita un Cambio, hemos tomado el acuerdo de convocar a toda la ciudadanía, a todas las fuerzas sociales del país, cansadas del actual estado de cosas a ponerse de pie. Con tal motivo proponemos impulsar y preparar en forma unitaria, como ya el pueblo lo hizo en el pasado, una gran Jornada de Protesta Nacional el próximo día 5 de Septiembre.

El pueblo espera una señal, un hecho concreto. Espera que actuemos y nos movilicemos unidos. Si hoy somos capaces de aunar nuestras voluntades, entregaremos a la mayoría del país una dosis alta de confianza. Y lo más importante comenzaremos a echar abajo la desesperanza, la frustración, la desconfianza, para recuperar entre nosotros la confianza necesaria para recuperar nuestros derechos.

Santiago 9 de julio de 2019